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domingo, 23 de marzo de 2014

¿Si quiero establecer una empresa, me enfoco primero en el producto o en el público?


Para que un producto (bien o servicio) tenga éxito debe satisfacer alguna necesidad del consumidor potencial. Muchas veces, al analizar sus cualidades, nos centramos en él y perdemos de vista la finalidad para la que fue puesto en el mercado. No sirve de mucho si (a pesar de lo bueno que puede ser) existe otro que pueda satisfacer mucho mejor esa necesidad. Ahora, tampoco conviene, involucrarse en áreas que no dominemos bien, simplemente por el hecho de que existente bastante demanda.

Por ejemplo: si vendemos esmalte de uñas de secado rápido, estamos cubriendo la necesidad de mujeres muy ocupadas que quieren lucir sus uñas de manera prolija sin necesidad de invertir mucho tiempo en ellas. Para darle un plus, modificamos su composición agregándole un endurecedor. Hemos mejorado el producto, y eso nos distingue de la competencia. Con el fin de ampliar el negocio, quizás ampliamos la línea de cosméticos, agregándole un barniz transparente que debe utilizarse –según nuestras recomendaciones, después de la primera capa de nuestro esmalte de secado rápido. Y bombardeamos a nuestro público objetivo ofreciendo el “efecto endurecedor” de nuestro esmalte. Ya perdimos de vista el objetivo principal, ¿no? Probablemente, una plantilla de uñas con pegamento (stiker) sea más práctico que nuestro producto, y termine al final, restándonos clientela.

¿Entonces, primero pienso en el público objetivo?

No necesariamente. De hecho, ambas cosas van ligadas. Para abrir un negocio, se debe conocer las cualidades del producto, teniendo en cuenta que debe satisfacer alguna necesidad específica que demande el mercado; y se debe conocer al público objetivo, para mejorar la utilidad del producto. En conclusión, “si tener éxito en tu negocio quieres, satisfacer necesidades de tus consumidores debes”.


miércoles, 12 de marzo de 2014

Segmentación del público objetivo


Cuando iniciamos una campaña es necesario seleccionar bien nuestro target o público objetivo, para conseguir una reacción favorable hacia nuestro producto o servicio y +éxito en nuestra campaña publicitaria.

¿Quiénes? ¿Cuántos? ¿Dónde?

Estas son las preguntas básicas que deben responderse con una breve descripción. Estado civil, edad, ocupación responden (aproximadamente) al quién. Calcular el número de clientes potenciales a quienes se quiere llegar también es útil, sobre todo para determinar el presupuesto. El lugar donde viven también es importante –porque también tendremos cuenta el contexto socio-económico–. Sus costumbres, hábitos y posición política podrán brindarnos información sobre cómo debemos perfilar la campaña.
Los estereotipos sirven para hacerte una idea de tu público
Algo que no se debe dejar de lado son los factores influyentes (su entorno económico, tecnológico, cultural, social, influencias personales –profesor, médico, abogado– y grupos de referencia –Iglesia, ONG–, y los medios de comunicación que más consume.

Recomendación: No le tenga miedo a los estereotipos


El estereotipo no siempre es negativo, tiene su utilidad. ¿A qué me refiero? Bien, es imposible conocer a todo tu público potencial, ¿verdad? Tendrás que basar tu publicidad en estereotipos al presentarla, generalizar, para que tu publicidad tenga un mayor impacto. Puedes realizar una campaña muy creativa, pero no servirá de nada si tu target no se siente identificado. 

Por otro lado, también puedes usar los estereotipos "dándoles vuelta", para quienes no se sienten identificados, es solo suestión de darle uso y partir desde allí.